Con casi 40 millones de personas y un buen número de etnias, Kenia es actualmente uno de los países más florecientes del África del Este. Antes fue un territorio británico, el “África Oriental británica”, cuando Alemania le cedió en 1890 sus posesiones a los ingleses a condición de que se le respetase su dominio sobre la actual Tanzania.
Se desligó del imperialismo cuando se celebraron las primeras elecciones directas de africanos para el Consejo Legislativo en 1957. La independencia formal se consiguió en 1963.
Su historia está muy vinculada a los estudios paleontológicos pues en su territorio se encontraron fósiles que indican que protohumanos rondaron el área de la actual Kenia más de veinte millones de años atrás. Hallazgos recientes en las cercanías del lago Turkana señalan que homínidos como el Homo habilis y el Homo erectus, las dos primeras especies reconocidas de “homo”, habitaron en el territorio más de 2,6 millones de años atrás.
Sus idiomas nacionales son el suajili (una especie de mezcla de bantú e inglés) y el inglés.
Jomo Kenyatta, fallecido en Mombasa en 1978, fue el primer presidente de Kenia. Inició sus actividades nacionalistas contra la dominación colonial británica en 1922, defendiendo a su tribu, los Kikuyu, de los abusos de los colonos blancos. Tras completar su formación intelectual y política en Moscú y Londres (1929-46), regresó a su país al término de la Segunda Guerra Mundial, considerando que había llegado el momento de reclamar la independencia. Reorganizó el partido nacionalista y panafricanista Unión Africana de Kenia, del que fue elegido presidente en 1947.
Los británicos le encarcelaron en 1952 por considerarlo miembro activo del Mau Mau, algo que después se pudo demostrar que era falso. En todo caso esa encarcelación aumentó considerablemente su popularidad como mártir y le llevó, cuando recobró la libertad en 1961, a ser elegido presidente del nuevo partido KANU (Unión Nacional Africana de Kenia), partidario de la independencia bajo un Estado unitario. Así se convirtió en primer ministro e interlocutor de la colonia (1961-64). Cuando Kenia obtuvo la independencia en 1963, resultó elegido presidente de la República en las primeras elecciones del país independiente, celebradas en 1964. Conservaría el cargo hasta su muerte.
Su política tuvo en el primer momento un carácter conciliador, conservando a muchos de los antiguos funcionarios coloniales en sus puestos y llevando a cabo una reforma agraria relativamente pacífica. La estabilidad del país atrajo mucha inversión extranjera, que le hizo ser una figura muy relevante en África y en el mundo. Aunque en teoría defendía un modelo socialista adaptado a las realidades africanas, practicó más bien una política económica liberal, que hizo aumentar las desigualdades sociales.
Pero poco a poco, tras cuatro reelecciones, fue cayendo en el autoritarismo. La oposición populista fue reprimida y proscrita, implantándose un régimen de partido único desde 1969; la corrupción, la violencia política, el autoritarismo presidencial y el favoritismo hacia los Kikuyu marcaron su larga presidencia.
(Los “Mau Mau” fueron una organización guerrillera de insurgentes que luchó contra el Imperio británico durante el periodo 1952 a 1960. Sus miembros eran fundamentalmente de la tribu “kikuyu” la la más numerosa en el país, un 16% aproximadamente. Los Mau Mau, como era de prever, fueron para los kenianos un movimiento de liberación nacional mientras que en Inglaterra eran considerados terroristas. De esta manera su historia estuvo llena de violencia, muertes, sabotajes y tortura por una y otra parte. Y, aunque como levantamiento militar fracasó, sí que ayudó políticamente a la independencia keniana, al tiempo que motivó la lucha contra las potencias coloniales en otras regiones africanas).
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