1 de octubre en el año de 1510
Lamento la prohibición de que pueda alguien
embarcarse a descubrir y conquistar si tiene deudas con personas porque si es
verdad que a lo mejor no regresa o se hunde en el mar, bien puede con las
ganancias que se tope cumplir lo que deba y que si se queda en tierra, nunca
podrá conseguir fortuna... Un
hijodalgo en un barril de provisiones... y me llaman El Espadachín. Y por otro
apodo, el rico.
Muchos que estamos en estas tierras de
Indias, o todos, vinimos a mejorar nuestra fortuna y como que hay mucho oro y
que los indios no lo aprecian apenas, nos hemos enajenado en nuestra mente con
ese oro. Y los indios que no entienden esta locura, y para que abandonemos sus
tierras, nos engañan diciéndonos que por acá o acullá hay mucho oro y luego no
aparece ser cierto. Y muchos de España
vienen en la creencia de pescar oro y aunque es grande exageración, bastantes
veces hemos tenido más oro que salud y en muchas partes deseábamos más una
cesta de maíz que una de oro. Otras
veces viendo nuestra furia en conseguir este tesoro y cómo en nombre de este
ídolo hacemos mucho mal a ellos que no
se puede comprender, torturan a los españoles y les echan oro hirviendo por la
boca y la lengua mientras gritan que se harten de oro de una vez para siempre.
Desde la niñez he conocido en mi tierra
personas que no tienen el sexo definido. Simulan hombres por fuera pero en sus
gestos y maneras pueden ser considerados como mujeres. Y estas personas cometen por su vicio el
pecado contra natura y por eso son condenados y quemados en la hoguera como
único remedio a su gravísimo pecado que sólo puede borrarse con el fuego que
todo lo limpia. Y así la santa Iglesia lo manda. Y yo he encontrado en esta tierra de
indios a putos, que ellos llaman camayoas y el más principal de todos es
hermano del cacique Torecha que salvo en lo de parir, es hembra no sólo en el
traje sino en todo. Y así yo mandé al punto quemarlo con los otros sus amigos,
que junté hasta cincuenta putos y a todos los quemé para librar a esta tierra
del pecado sucio contra natura que es un vicio que también practican a veces los
hombres con las mujeres y que desde que hice justicia, me traían otros muchos
hombres de sodomía para que los quemase. Y así he purificado esta tierra que
los indios no saben por su inocencia de pecado en estas cosas y los camayoas
visten siempre de mujeres en público. Y algunas tribus tienen caciques que a
veces hacen de grandísimos putos como los caciques Tumanama y Pacra.
Me han informado que va para tres años que
su Majestad el Rey Católico ha prohibido que pase a las Indias ningún letrado
abogado y para mi tengo que ha sido buena la intención porque con ellos nunca
se acaba pleito alguno, que todo lo complican, y es bueno que nunca vengan a
estas tierras. Y así lo he suplicado yo
también a su Alteza en carta que le escribí luego de mi vuelta... porque cumple
mucho a su servicio que ningún Bachiller en Leyes ni otro ninguno sino en
Medicina, venga a esta tierra porque tienen vida de diablos y son diablos y
allá a donde van, hay mil pleitos y esta tierra es buena...
Nadie conoce el nombre de Anayansi. Yo la
llamo así en secreto. Anayansi no está
nunca sino su espíritu. No mira, parpadea...
En estas tierras las indias mancebas no quieren parir porque no
estropeen sus cuerpos y se ponen unos alzatetas de oro, que sólo las viejas
quieren parir. Y porque los hombres son viciosos de la carnalidad, las indias
son muy limpias y siempre quieren dar placer a los hombres, que no las
abandonen nunca. Pero Anayansi goza
de tener amo y señor. Como Fulvia, una india que ha contado la sublevación que
los indios preparaban. Anayansi es la
danza del amor como mujer india principal.
1513 en 25 de septiembre Domingo
La divina Providencia que estoy seguro ha
seguido mis pasos desde España, me ha regalado hoy pasar a la historia como un
personaje muy principal. Por eso he querido hacerlo yo solo para que nadie
participe de mi gloria y porque los elegidos deben tomar solos su destino. Y
así una vez que el indio dijo que desde la altura de la montaña se podía
divisar el agua, mandé a los míos que parasen de andar para ser el primero y
único español que hiciera el descubrimiento del Mar del Sur. Y fue sólo después
de ver el agua cuando llamé a mis compañeros y allí hicimos una cruz y el padre
Andrés empezó un Tedeum laudamus. Y grabamos los nombres de sus Majestades. Y
fueron sesenta y siete los hombres que luego vieron conmigo el mar desde la
montaña. De todo lo que hizo acta el escribano Andrés de Valderrábano. Y al mediodía de la fiesta de San Miguel,
que es el 29 de septiembre, estando el mar en calma, con la espada en la
diestra, el pendón de Castilla en la siniestra, con el yelmo, la adarga y la
armadura, entré en el agua y tomé posesión de ella en el nombre de los altos y
poderosos monarcas don Fernando y doña Isabel, de todos los mares, costas,
puertos e islas australes y de todos sus anexos y reinos. Y si algún otro príncipe
contestara a este requerimiento, que se batirá conmigo y con los míos. Y como
nadie requirió nada, desde hoy todo es de la Corona de España. Y fueron conmigo
veintidós hombres que todos después también entraron en el agua. Y el susodicho
Andrés de Valderrábano hizo acta de todo eso.
Es mi deseo y confianza que mi carta al Rey
su Majestad, escrita con el alma que no con la pluma, sirva para olvido y
negación de las muchas cosas malas que de mi han dicho allá. Porque yo siempre
he hecho conforme a mi razón que me decía que era bondad para los reyes y su
ventaja. Y también le he dicho a su
Majestad que he tratado bien a los indios, que hasta treinta caciques son
amigos mios y ayudan a mejor fortalecer nuestros descubrimientos y a que mi
gente tenga comida y alimentos, que me han ayudado porque eso es mejor
beneficio y no la perdición que les causan los que siempre están
persiguiéndolos y asi yo he pensado que favorece mejor a nuestro trabajo ser
leales amigos con ellos que estar siempre en la guerra con ellos que de esa
forma se pierden hombres, alimentos y tiempo para ir descubriendo y por eso yo
siempre he querido más hacer aliados que enemigos sometidos, a los que no se
puede fiar nunca. Y la causa es que
el gobernador Pedrarías permite que sus capitanes anden prendiendo a los indios
y a los caciques para que les den oro y si no lo hacen o no le dan lo que
quieren, les envían en seguida los perros y los atormentan y matan como a ese
cacique que llaman el Quemado porque murió de esa forma porque no daba todo lo
que le pedían. Y es el más responsable de que ya no queden indios ni caciques
amigos o en paces en toda la tierra esta Juan de Ayora, el cordobés de Adamuz,
capitán de Pedrarias, que es sanguinario e incluso traidor con los indios
amigos que le reciben con comida y luego de robarles todo y apresar a las
mujeres y a los niños para esclavos, los quema a todos, que como dice el obispo
Quevedo, a quien debo que me librara del proceso, por donde pasa la hueste de
Ayora, queda toda la tierra comida, corrida, robada y puestos todos los indios
en huida. Y así los indios tienen muy justa querella con los cristianos que
este nombre sólo significa el diablo. Y de esta forma han destruido todo lo que
yo hice. Y mientras, mis correrías
son beneficiosas a la Corona porque he encontrado mucho oro que me han dado los
caciques y sé que mucho más hallaré en lo porvenir y por eso en mi carta a Sus
Majestades le repito siempre todo el oro, que sepa en qué abundancia de tesoros
me voy a hallar pronto.
Careta es cacique amigo y por eso me dio a
su hija para mi servicio. Yo la llamo Anayansi pero sólo lo sabemos ella y
yo... Una vez me explicó por qué las siete mujeres de Torecha gritaban con
alaridos estremecedores porque querían ser enterradas con su señor... muy bellas
y desnudas que mis hombres las querían... las salvé de todo. Anayansi espera mi espíritu después de mi
muerte mañana con mis compañeros...aceptó mi boda con la hija de Pedrarias como
sin ruido, como si no estuviera y no sabía que no vendría de España. Y mi
suegro me lleva a la muerte y dicen que por traición. Yo no quería Bachilleres en estas
tierras... Hay muchos traidores. Y
Francisco de Pizarro que vio conmigo el mar del Sur y luego viajó hasta casi
unas tierras que dicen que el oro se coge con la mano y luego me ha prendido y
hecho prisionero y así me ha traído, que cuando lo encontré en el camino le
abracé como un hermano. Y también Garabito... Anayansi, Anayansi, Anayansi...
……………….Un prototipo de la época………………..
Vasco Núñez de Balboa nació
en Jerez de la Caballeros en 1475 y murió, condenado a muerte en Acla (Panamá)
el año 1517. Terrateniente arruinado, tuvo que huir de mala manera en un barco
como polizón porque las autoridades españolas prohibían enrolarse en una
expedición a quien tuviese deudas. Jugando con la magnificencia y en algún caso
con la crueldad, controló a los jefes locales del istmo de Panamá, que le
hablaron de un mar hacia el sur. El 25 de septiembre de 1513 descubrió el que
sería llamado océano Pacífico, con lo que se demostraba que no eran las Indias
lo que había descubierto Colón.
Sus relaciones con el poder
nunca fueron buenas pero mejoraron cuando se casó con la hija del gobernador
Pedrarias. Cuando éste fue sustituido, acudió a defenderlo pero fue apresado
por Francisco Pizarro, antes subordinado suyo, condenado a muerte por conspirar
contra el rey y ejecutado con otros cuatro compañeros.
Vasco Núñez de Balboa puede
ser un prototipo de la época, que descubrió, conquistó y gobernó. Comparado con
sus coetáneos, se le considera humano, inteligente, diplomático y hábil aunque
temperamental por su carácter sanguíneo. Junto con Colón, Hernán Cortés y
Pizarro es uno de los cuatro personajes más relevantes del hecho americano.
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El texto es una selección de fragmentos de
su supuesto diario incompleto.
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