LOS TURCOS TOMAN CONSTANTINOPLA (29 MAYO 1453)

            La caída de Constantinopla a manos del imperio turco el día 29 de mayo de 1453 fue un suceso histórico tan importante que se considera que con él termina la Edad Media y se inicia la edad Moderna. Supuso el fin último de lo que quedaba de Roma y el inicio de la existencia de un imperio musulmán a las puertas de Europa. Desde entonces “el turco” fue una amenaza permanente para el mundo europeo cristiano. El imperio turco terminó con la Primera Guerra Mundial en 1920.

            El imperio romano de Oriente, o imperio bizantino, que tenía su capital en Constantinopla, actual Estambul y antiguamente llamada Bizancio, había surgido cuando el emperador Teodosio, en 395, al morir, dividió el imperio romano en sus dos hijos, adjudicándole al menor, Honorio, el Occidente, con capital en Roma, mientras que a su hijo mayor, Arcadio, le correspondió Oriente, con capital en Constantinopla. Tras la posterior desaparición, a manos de los godos en 476, del imperio romano de occidente quedó como la mayor entidad política romana.
Constantino XI, en el Imperio Bizantino, y Mehmed II, en el otomano, eran los líderes políticos que, tras dimes y diretes entre ellos, pactos y presiones, acabaron enfrentándose cuando el turco decidió los preparativos para un asedio completo a la capital bizantina.
Sus momentos culminantes fueron en el siglo VI, bajo el emperador Heraclio I, que adoptó el griego como lengua oficial, y el reinado de Justiniano I, el Grande, por la importancia que ha tenido en el mundo del derecho.
Durante su milenio de existencia, el Imperio fue un bastión del cristianismo, y protegió a Europa Occidental del avance del Islam. Fue uno de los principales centros comerciales del mundo, estableciendo una moneda de oro estable que circuló por toda el área mediterránea. Influyó de modo determinante en las leyes, los sistemas políticos y las costumbres de gran parte de Europa y de Oriente Medio, y gracias a él se conservaron y transmitieron muchas de las obras literarias y científicas del mundo clásico y de otras culturas.

El Imperio otomano (1299-1923), también conocido como Imperio turco otomano o “el turco”, comenzó siendo uno más de los pequeños estados que surgieron en Asia Menor. En su máximo esplendor, entre los siglos XVI y XVII, se extendía por tres continentes, controlando una vasta parte del Sudeste europeo, Oriente Medio y  prácticamente todo el norte de África. Fue sucedido por la actual República de Turquía, proclamada oficialmente el 23 de octubre de 1923.
Contra el imperio turco estuvo en guerra la cristiandad, de lo que puede ser un ejemplo la batalla de Lepanto en 1571.

Mehmed ordenó que las tropas descansasen el día 28 de mayo para prepararse para el asalto final al día siguiente, ya que sus astrólogos le habían profetizado que el día 29 sería un día nefasto para los infieles, en este caso los cristianos. Los cronistas de la época confiaban en la resistencia de las murallas y creían imposible que los turcos pudiesen superarlas. Constantino murió y los turcos tomaron Constantinopla.

La caída de Constantinopla causó una gran conmoción en Occidente y se llegó a pensar que era el principio del fin del cristianismo. Se iniciaron conversaciones entre los gobiernos cristianos para formar una nueva cruzada que liberase Constantinopla pero ninguna nación pudo ceder tropas en aquel tiempo.
Por su parte el comercio entre Europa y Asia, de donde provenían las especias y artículos de lujo, prácticamente se interrumpió, lo que forzó a las naciones europeas a buscar rutas alternativas. Los portugueses, rodeando África, dieron la vuelta al mundo con Vasco de Gama, y Colón alcanzó América tratando de llegar a la India por Occidente.
     Otra importante consecuencia de la caída de Constantinopla fue la huida de numerosos sabios griegos a las cortes italianas de la época, lo que auspició en gran medida el Renacimiento.