En la historia de los descubrimientos, la capacidad de almacenar sonidos para luego reproducirlos fue una de las invenciones más sorprendentes y casi mágicas.
El dispositivo capaz de realizar esa maravilla recibió el nombre de "fonoautógrafo" (del griego fonos, sonido; auto, a sí o por sí mismo; y grafo, escribir, grabar) fue inventado por el francés Édouard-Léon Scott de Martinville y patentado el 25 de marzo de 1857.
A éste le siguió el fonógrafo. Thomas Alva Edison anunció su invención el 21 de noviembre de 1877, enseñó el instrumento ocho días más tarde y lo patentó en febrero del año siguiente. La primera pieza interpretada fue una canción titulada "Mary had a little lamb" ("Mary tuvo un corderito").
El gramófono, que vino a continuación, fue el primer sistema de grabación y reproducción de sonido que utilizó un disco plano, a diferencia del fonógrafo que grababa sobre cilindro. Patentado en 1888 por Emile Berliner, fue el dispositivo más común hasta la llegada del tocadiscos.
