MUERE EL PINTOR NORUEGO EDVARD MUNCH (23 ENERO 1944)

El pintor  de origen noruego Edvard Munch debe su popularidad sobre todo a su cuadro “El grito”, una obra pictórica en la que retrata la angustia y el espanto. En unas célebres notas escritas por el pintor en Niza, en 1886, Munch recuerda la situación que dio origen al cuadro:
“Iba caminando con dos amigos por un sendero - el sol se ponía - el cielo se volvió de pronto rojo - yo me paré y cansado me apoye en una valla  - sobre la ciudad y el fiordo oscuro azul no veía sino sangre y lenguas de fuego - mis amigos continuaban su marcha y yo seguía detenido en el mismo lugar temblando de miedo - y sentía que un alarido infinito penetraba toda la naturaleza”.
De “El grito” Munch hizo hasta cuatro versiones diferentes. La más famosa, que se encuentra en la Galería Nacional de Oslo. Otras dos versiones están en el museo que lleva el nombre del autor, también en la capital noruega, y la cuarta pertenece a una colección privada.
La de la Galería fue robada en febrero de 1994 y recuperada por la policía ocho semanas después. Y una de las dos del museo también lo fue en agosto de 2004. Dos años después la policía anunció que había sido recuperada.

Edvard Munch, pintor y grabador, nació el 12 de diciembre de 1863. Su pintura, de acuerdo a su biografía, se puede dividir en tres períodos consecutivos. Inicialmente sus trabajos están realizados en el estilo naturalista convencional.
En 1885 viajó a París y allí sintió la influencia de los nuevos estilos como el impresionismo o el simbolismo que le llevaron a reflejar una temática derivada de las tensiones de su infancia cuando su madre y su hermana mayor murieron de tuberculosos y su padre, dominado por obsesiones religiosas, le sometió a un ambiente muy severo. De esas influencias, pictóricas y personales, surgió el que pasa por ser su arte más representativo. Viviendo ya en Berlín, fue cuando comenzó a desarrollar los motivos del “Friso de la vida”, ciclo pictórico que incluye muchas de sus obras más conocidas como “Pubertad”, “El grito”, “Madonna” o “La danza de la vida”. El pintor decía de sí mismo que, de la misma manera que Leonardo da Vinci había estudiado la anatomía humana y diseccionado cuerpos, él intentaba diseccionar almas.
A partir de 1908 volvió a su tierra y allí inició un nuevo estilo de pintura donde desapareció la angustia y representó temas de paisajes y retratos con un colorido vivo y brillante. Falleció el 23 de enero de 1844.

           El modo como expresó el horror, la desesperación y la angustia sirvió como modelo para que se iniciara el expresionismo, una corriente artística que buscaba la expresión de los sentimientos y las emociones del autor más que la representación de la realidad objetiva. Es decir, anteponía esos sentimientos a las propias formas. Lo que busca el artista expresionista es que se experimente un impacto fundamentalmente emotivo ante sus obras. La pintura, por tanto, se toma como un medio de desahogarse y de ver la vida con otro punto de vista, el sentimiento del autor.