RECAE SENTENCIA ABSOLUTORIA EN LA CAUSA SEGUIDA POR LA INQUISICIÓN CONTRA FRAY LUIS DE LEÓN (11 ENERO 1576)

A muchos de los estudiantes primerizos de literatura española se le suelen atravesar la biografía y obra de dos escritores poetas y frailes, coetáneos, de nombre similar sólo diferenciados por el apellido, de vida mística y obra religiosa comparable, y perseguidos ambos por la Inquisición. Fray Luís de Granada, dominico, (Granada, 1504; Lisboa, 1588) y Fray Luís de León, agustino (Belmonte en la provincia de Cuenca, 1527; Madrigal de las Altas Torres en Ávila, 1591).
            Sobre el proceso incoado a este último, en el día de hoy, 11 de Enero, del año 1576 se dictó sentencia absolutoria, tras pasar casi cinco años encarcelado (en Valladolid, en la calle que ahora recibe su nombre).
            Fray Luís fue investigado y acusado ante la inquisición por traducir la Biblia a la lengua vulgar, al castellano de cada día, concretamente por hacer una versión del Cantar de los Cantares que por su belleza después se ha hecho célebre, y de preferir el texto hebreo del Antiguo Testamento a la versión latina. En el proceso, que se demoró cinco largos años, fue finalmente absuelto.
            La poesía de Fray Luís está inspirada por el deseo del alma de alejarse de todo lo terrenal para poder alcanzar a Dios, identificado con la paz y el conocimiento. Los temas morales y ascéticos dominan toda su obra. En cuanto a la prosa los libros que se le han reconocido como principales han sido “De los nombres de Cristo” y “La perfecta casada”.
            Fray Luís de León es un escritor pleno del siglo XVI al que pertenecía con todas sus consecuencias. Y aunque su siglo ha recibido diversas denominaciones, muchos autores consideran que es el primer siglo de Oro de la Literatura española.

            Luís de León, después fray, nació en Belmonte, provincia de Cuenca (España), de familia rica e influyente; su padre ejerció como abogado y más tarde como juez, siendo tíos suyos catedrático de derecho canónico el uno y abogado en la corte real el otro. Entre sus antepasados había algunos conversos, es decir, judíos que se habían convertido, de buen o mal grado, a la fe católica. Hacia 1541 ó 1542 Luís ingresa en la orden de los agustinos, doctorándose más tarde en teología. En 1561 consigue tras concurso público una cátedra de teología en Salamanca. Fue en marzo de 1572 cuando le detuvieron y, como era el procedimiento habitual de la Inquisición, durante cinco años estuvo aislado en una celda sin saber quién le acusaba y, durante algún tiempo, cuál era la causa de la detención.
            Tras salir inocente de la cárcel, con renovado vigor moral pero con la salud queda quebrantada, obtuvo una nueva cátedra, esta vez de Sagrada Escritura, fue elegido provincial de su orden en Castilla y muere en Madrigal de las Altas Torres.

            Parece cierto que se le puede atribuir la poesía (técnicamente llamada “décima” por la estructura, forma y número de sus versos) escrita en las paredes de la cárcel en la que estuvo encerrado:

Aquí la envidia y la mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa,
y a solas su vida pasa,
ni envidiado ni envidioso.

            Sin embargo, aunque suele contarse que, impertérrito, al volver de la cárcel había iniciado su primera clase con las palabras “Dicebamus hesterna die”... (‘Decíamos ayer...) no parece probable, como aseguran algunos de sus biógrafos, que ocurriese así porque al retomar las clases empezó con una asignatura diferente.