PUBLICACIÓN DEL PRIMER CRUCIGRAMA (21 DICIEMBRE 1913)

Muchas veces no es tanto lo que a una persona se le ocurre o lo que inventa. En bastantes ocasiones puede ser algo de escasa importancia y de un valor relativo pero que ofrece un conjunto de oportunidades y abre caminos de bastante interés.  
            Algo así ocurrió cuando el día 21 de diciembre de 1913 el inglés Arthur Wynne publicó el primer crucigrama. Con aquella propuesta para cubrir el ocio, comenzó un largo y cada más complejo desarrollo de medios para ejercicios mentales de mesa.
           
            Arthur Wynne fue un editor británico al que se ha convenido adjudicarle la elaboración del primer crucigrama. Trabajaba en el New York World y le pidieron que propusiera un nuevo entretenimiento para el suplemento dominical del periódico cuando, recordando un juego de su niñez denominado cuadrado mágico, tuvo la feliz ocurrencia de inventar lo que hoy llamamos crucigrama.   
            En un primer momento se le denominó palabra-cruz o “palabras cruzadas”, del inglés crossword, siendo su estructura una parrilla romboidal con un hueco central en forma de diamante y sin los cuadros negros característicos, que aparecieron poco después.
           
            Al tiempo que ha inspirado otros muchos juegos similares, desde entonces hasta ahora, el crucigrama (pasatiempo que consiste, según el diccionario, en llenar los huecos de un dibujo con letras, de manera que, leídas éstas en sentido horizontal y vertical, formen determinadas palabras cuyo significado se sugiere) ha evolucionado hasta contar con multitud de variedades. Un ejemplo puede ser esta relación, una de las muchas que aparecen en distintas publicaciones:

·        Normal: cuando cada definición es similar a las encontradas en los diccionarios. 
·        Críptico: cuando cada definición es en sí misma un enigma, al tratarse de charadas, anagramas, decapitaciones… 
·        Temático: cuando existe un alto porcentaje de palabras relacionadas con una materia en concreto. 
·        Encadenado: cuando la separación entre palabras no se hace por medio de un cuadrado negro sino haciendo más grueso el trazo de la parrilla. 
·        Autodefinido: cuando presenta la definición dentro del cuadrado negro. 
·        Blancos: cuando no revelan la posición de los cuadrados negros en la parrilla. En unas ocasiones se revela el número de éstos y en otras no. 
·        Cruzados: cuando se listan las palabras solución a pie de parrilla y se prescinden de las definiciones. 
·        De solución múltiple: cuando se presentan dos o más alternativas de solución diferentes para una misma parrilla.
·       Silábico: cuando en cada uno de los cuadrados no se han de inscribir letras sino sílabas.