PRIMERA EXHIBICIÓN COMERCIAL DE UNA SESIÓN DE CINE (28 DICIEMBRE 1895)

Es de conocimiento general que los hermanos Louis y Auguste Lumière fueron los inventores del cine. En Lyon, donde su padre tenía un taller de fotografía, ambos trabajaban con él, uno como físico y el otro como administrativo. Al morir, los hermanos empezaron a ocuparse de la posibilidad de imágenes en movimiento. Patentaron un número significativo de procesos notables, como agujerear la cinta del film para permitir su movimiento por la cámara y crearon un aparato que servía tanto como cámara o como proyector: el cinematógrafo.
            El cine se basaba en lo que entonces se entendía como “persistencia retiniana”, es decir en la persistencia de las imágenes en la retina del ojo humano, algo que los científicos de hoy atribuyen al procesamiento cerebral de los estímulos visuales.

            El cinematógrafo había sido patentado el 13 de febrero de 1894 y el 22 de marzo de 1895 había sido mostrada en París la conocida “Salida de los obreros de la fábrica Lumière”, rodada tres días antes.
            Tras diversas presentaciones en sociedades científicas, en la Universidad de la Sorbona, en Bruselas y otros lugares, se procedió a su explotación en la primera sesión exhibida para un público comercial, como primer espectáculo de pago el 28 de diciembre de 1895 en el “Salon Indien del Grand Café”. En esa sesión se proyectaron varias cintas entre las que destacaban, aparte de la ya citada “Salida...”, otras como “Llegada de un tren a la estación de la Ciotat (una comuna francesa en la Provenza) o “El desayuno del bebé”, e incluía la primera película de ficción: “El regador regado”.

            Así, con este catálogo, el cine comenzó su historia a modo de documental, como testigo objetivo de la vida cotidiana.