MUERE EN MADRID EL POETA SEVILLANO, PREMIO NOBEL DE LITERATURA, VICENTE PÍO MARCELINO CIRILO ALEIXANDRE Y MERLO, CONOCIDO LITERARIAMENTE POR VICENTE ALEIXANDRE (14 DICIEMBRE 1984)


Bien es verdad que vivió en Madrid la mayor parte de su vida pero Vicente Aleixandre, nacido en Sevilla y con la juventud desarrollada en Málaga, no forma parte del imaginario público de los poetas andaluces, casi nunca se le cita entre ellos. Por la razón que sea, pocos andaluces conocen o recuerdan que, además de García Lorca, Alberti, Machado... etc. también Aleixandre es andaluz. Apenas suele citarse esta ascendencia a pesar de que fue premio Nobel de Literatura, uno de los mayores reconocimientos públicos mundiales y en España ganó todos los máximos premios de poesía. (Sería de todas formas muy interesante profundizar en su obra para conocer qué hay de Andalucía en sus versos. De todas formas la presencia de Málaga, evocada frecuentemente, es muy habitual en sus sentimientos, emociones e insistencias conceptuales).

            Nació en Sevilla el 26 de abril de 1898 y a los dos años se fue con su familia a Málaga, su “ciudad del paraíso”. Estudió Derecho y Comercio, pero se dedicó por entero a la poesía. A partir de 1925 una grave enfermedad, que le hizo perder un riñón, marcará su vida para siempre: períodos de actividad se ven interrumpidos por otros de reposo para recuperar su salud. Así vivió, retirado en su casa de Madrid hasta su muerte, ocurrida en 14 de diciembre de 1984.
            A lo largo de su vida ocultó su homosexualidad. Vicente Molina Foix asegura que "Aleixandre era muy pudoroso de su condición homosexual por el daño que pudiera hacer a su familia, sobre todo a su hermana, pero a mí me dijo que cuando muriese no le importaba que se supiera la verdad; consideraba que no era ningún desdoro".

            Uno de los diez poetas más significativos de la generación del 27, obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1933 por “la destrucción del amor” y fue miembro de la Real Academia en 1950, ocupando el sillón O mayúscula. En 1969 le fue otorgado el Premio de la Crítica y consiguió el Premio Nobel de Literatura en 1977.

            Su afición por la lectura fue enorme y muy temprana, aumentando con la edad. Fue así como un día llegó a sus manos una antología de Rubén Darío que despertó en él el gusto por la poesía e hizo brotar su vena artística. El mar Mediterráneo estará presente siempre en su obra. Toda su obra gira en torno al hombre, al que concibe como un ser pesimista y angustiado. Esta visión del hombre hace que en su poesía se traten temas como el amor, la vida, las pasiones, los sentimientos y la muerte. Para Vicente Aleixandre, la poesía no tiene como objeto tanto la belleza sino la comunicación profunda del alma de los hombres. “El poeta es el hombre” .

            Sus libros de poemas más famosos son: Espadas como labios; Pasión en la tierra; La destrucción o el amor; Sombra del Paraíso; Historia del corazón; Poemas de la consumación. 

LOS BESOS

No te olvides, temprana, de los besos un día.
De los besos alados que a tu boca llegaron.
Un instante pusieron su plumaje encendido
sobre el puro dibujo que se rinde entreabierto.

 Te rozaron los dientes. Tú sentiste su bulto,
En tu boca latiendo su celeste plumaje.
Ah, redondo tu labio palpitaba de dicha.
¿Quién no besa esos pájaros cuando llegan, escapan?

 Entreabierta tu boca vi tus dientes blanquísimos.
Ah, los picos delgados entre labios se hunden.
Ah, picaron celestes, mientras dulce sentiste
que tu cuerpo ligero, muy ligero, se erguía.

¡Cuán graciosa, cuán fina, cuán esbelta reinabas!
Luz o pájaros llegan, besos puros, plumajes.
Y oscurecen tu rostro con sus alas calientes,
que te rozan, revuelan, mientras ciega tú brillas.

 No lo olvides. Felices, mira, van, ahora escapan.
Mira: vuelan, ascienden, el azul los adopta.
Suben altos, dorados. Van calientes, ardiendo.
Gimen, cantan, esplenden. En el cielo deliran.
  
ADOLESCENCIA

      Vinieras y te fueras dulcemente,
de otro camino
a otro camino. Verte,
y ya otra vez no verte.
Pasar por un puente a otro puente.
—El pie breve,
la luz vencida alegre—.

      Muchacho que sería yo mirando
aguas abajo la corriente,
y en el espejo tu pasaje
fluir, desvanecerse.