BULAS DEL PAPA ALEJANDRO VI SOBRE LOS DOMINIOS DE CASTILLA, ARAGÓN Y PORTUGAL (3-4 MAYO 1493)

En la época en la que España, con Cristóbal Colón como protagonista privilegiado, descubre América, deben destacarse en las relaciones internacionales dos particularidades de sumo interés porque regulan y enmarcan la hazaña colombina.

La primera era la existencia de dos grandes potencias marítimas que se disputaban la hegemonía en el mar: Castilla y Aragón, y Portugal. Esta circunstancia llevó a Cristóbal Colón a presentar al rey Juan II de Portugal su proyecto de llegar a Las Indias por el Oeste porque en ese momento ese país llevaba la delantera en los viajes atlánticos. Ante la negativa portuguesa al proyecto por entenderlo irrealizable y su preferencia de hacer el viaje por el Este, Colón acudió a los reyes de Castilla y Aragón.

La otra particularidad a destacar de la época era la autoridad del Papa para dirimir y sancionar los conflictos entre los países, teniendo los dictámenes papales valor en el derecho internacional. En este contexto el papa Alejandro VI, casualmente el español papa Borgia, determinó y confirmó los límites del poder de cada una de las potencias del momento. 

Los Reyes Católicos y Alfonso V de Portugal ya habían firmado un acuerdo de paz el 4 de septiembre de 1479 en el que establecían los límites del poder de cada uno sobre las islas descubiertas pero, tras las bulas papales, rubricaron el después muy famoso por las consecuencias que de él se derivaron Tratado de Tordesillas el 7 de Junio de 1494, en este caso con Juan II el nuevo rey portugués. En él quedaba fijada definitivamente una nueva línea de demarcación, siendo ésta la que, teniendo sus extremos en ambos polos geográficos, pasase a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde, un meridiano situado a 46º 37’ longitud oeste, que viene a coincidir con la ciudad de Sao Paulo. Desde ese tratado pertenecerían a España todas las tierras descubiertas y por descubrir al oeste de ese meridiano. (Esa es la razón del idioma portugués en Brasil).

 Con estos acuerdos entre Castilla junto con Aragón y Portugal y las bulas papales se sancionaba en la práctica un reparto del mundo entre las dos potencias que optaban a ello.