MUERE EN LA HOGUERA JUANA DE ARCO (30 MAYO 1431)

            Juana de Arco nació en Domrémy (en la región de Lorena al nordeste de Francia) en 1412, en una familia campesina de cierto nivel económico, mientras se desarrollaba el largo conflicto bélico llamado “La guerra de los cien años” entre Inglaterra y Francia y en un momento complejo para la suerte de los franceses.
            A los trece años, confesó haber visto a san Miguel, a santa Catalina de Alejandría y a santa Margarita, y declaró que sus voces la exhortaban a llevar una vida devota y piadosa. Pero unos años más tarde se sintió llamada por Dios a una misión que no parecía al alcance de una aldeana analfabeta: dirigir el ejército francés, coronar como rey al que sería Carlos VII (1429-1461) de Francia y expulsar a los ingleses del país.
            Como es lógico de entender, los responsables políticos no tenían ninguna intención de dejarse dirigir por aquella joven campesina pero estaban necesitados de algún triunfo propagandístico que restableciese ante los ojos del pueblo la confianza en la victoria y señalase el apoyo divino a la causa del francés. Por fin, Carlos, tras haberla hecho examinar por varios teólogos, le confió un ejército de cinco mil hombres con el que Juana consiguió derrotar a los ingleses y levantar el cerco de Orleáns, el 8 de mayo de 1429. A continuación, realizó una serie de campañas victoriosas que efectivamente permitieron su coronación como rey el 17 de julio de 1429.

            Acabado su cometido, Juana de Arco dejó de oír sus voces interiores y pidió permiso para volver a casa, pero ante la insistencia de quienes le pedían que se quedara, continuó combatiendo, esta vez con menos éxito, hasta que fue capturada el 24 de mayo de 1430 y entregada a los ingleses, que la juzgaron con un tribunal eclesiástico acusándola de brujería, con el argumento de que las voces que le hablaban procedían del diablo. Un proceso inquisitorial la declaró culpable de herejía y hechicería y, condenada a la hoguera, fue ejecutada el día 30 de mayo de 1431.  
            En 1456, Juana de Arco fue rehabilitada solemnemente por el papa español Calixto III, a instancias de Carlos VII, quien promovió la revisión del proceso. Considerada una mártir y convertida en el símbolo de la unidad francesa, fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920.

            La intervención de Juana de Arco ha suscitado desde el primer momento un largo debate sobre su protagonismo en las decisiones técnicas militares. Unos historiadores se inclinan porque su papel fue sobre todo de motivación social ya ella principalmente llevaba el estandarte y ejercía un gran efecto sobre la moral de los soldados. Otros, por el contrario, consideran que era una estratega de éxito. De todas formas la mayoría de los datos sobre su vida se basan en las actas de aquel proceso que se asegura fueron manipulados intencionadamente.


            La llamada Guerra de los Cien Años fue un largo y complejo conflicto bélico entre Francia e Inglaterra, que en realidad duró 116 años, de los que 61 fueron de guerra y 55 de treguas.
            Aunque el conflicto político y militar entre ambas naciones era ya muy antiguo porque venía de mitad del siglo XI, la guerra llamada propiamente así comenzó en 1337, una vez muerto el francés Carlos IV sin descendencia masculina (estando vigente la Ley Sálica, que excluía del poder a las mujeres) mientras aspiraban al trono, entre otros, el rey de Inglaterra. Se dio la circunstancia de que, al morir el rey estando su esposa embarazada, se esperó al alumbramiento para ver si el nacido era varón. Pero fue niña y empezó la contienda.
            Se trataba por tanto de ganar el trono de Francia y, también, la gobernación de las enormes posesiones que los monarcas ingleses tenían en territorios franceses desde 1154 y que, como es natural, complicaban enormemente la situación política y militar ya que hubo momentos en los que eran más extensas las posesiones inglesas que la propia nación francesa. El conflicto tuvo implicaciones internacionales, entre ellas en Castilla que intervino a favor de los franceses.
            Después muchos avatares, finalizó en 1453, el 17 de julio, tras la batalla de Castillon, y la consolidación de Carlos VII como rey de Francia y el abandono de los ingleses. (Esta batalla de Castillon pasó a su vez a la historia, al ser la primera ocasión que se conoce de manera documentada en la que se demostró la eficacia definitiva de la artillería).