INAUGURACIÓN DE LOS FRESCOS DE LA CAPILLA SIXTINA (31 OCTUBRE 1512)

La fecha del 31 de octubre resulta de extraordinaria importancia en la Capilla Sixtina, la capilla más famosa del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano y una de las más reconocidas mundialmente. Fue construida entre 1477 y 1480 por orden del papa Sixto IV, de donde viene su nombre.

El año 1508 Miguel Ángel recibió la petición del papa Julio II de repintar el techo que solo representaba un cielo azul con estrellas doradas pero quedó abrumado por la complejidad del encargo y porque él se consideraba más escultor, de mármol, que pintor. Incluso se dice que llegó a pensar que enemigos suyos habían convencido al Pontífice para que le hiciese el encargo con la intención de verlo fracasar. El trabajo comenzó el día 10 de abril de ese año y acabó el 31 de octubre de 1512.

Para alcanzar el techo, necesitaba un soporte adecuado, lo que dio origen a diversas propuestas y discusiones hasta que el Papa dictaminó que fuese el propio pintor quien lo diseñase y ejecutase. Éste creó una plataforma de tablas de madera sujetas sobre soportes enganchados en agujeros de las paredes, sobre las ventanas y él se situaba sobre este andamio mientras pintaba.

Migue l Ángel usó colores brillantes, fácilmente visibles desde el suelo. En la parte baja del techo pintó  a los antepasados de Jesucristo y sobre ellos, alternados, a los profetas y a las sibilas. En la parte central, nueve escenas del Génesis, el primer libro de la Biblia. Originalmente sólo se le encargó pintar doce figuras con cada uno de los apóstoles que él rechazó, permitiendo el Papa que dibujase lo que le pareciera. Cuando el trabajo estuvo terminado, había pintado más de 300 figuras, que mostraban la Creación, Adán y Eva en el Paraíso y el Diluvio Universal.

Entre otras de menor rango, dos dudas significativas han quedado: cuáles fueron sus fuentes de inspiración y en qué grado contribuyó realmente su propia mano físicamente en la pintura de cada una de las imágenes.