Alfonso Gabriel Capone, el famoso gángster, más conocido como Al Capone aunque su tarjeta de visita decía que era un vendedor de antigüedades, nació en Brooklyn, Nueva York, el 17 de enero de 1899. Hijo de inmigrantes italianos, Gabriela y Teresina, su padre era un humilde barbero.
Abandonó los estudios a la edad de catorce años, trabajando en diversos oficios como una tienda de caramelos, una bolera o como dependiente. Fue en esa época cuando conoció al gánster Johnny Torrio que se convirtió en su mentor y le introdujo en diferentes bandas juveniles de ladrones, y llegó a ser guardaespaldas del mafioso Frankie Yale, que le encomendaba tareas de extorsión. Haciendo de camarero y guardián en un club de su jefe, una noche se emborrachó e insultó a una de las chicas que allí trabajaba lo que provocó una pelea con el hermano de la ofendida, que sacó una navaja y con ella le rajó tres veces la cara: de ahí nació su famoso apodo de "Cara Cortada”.
El 30 de diciembre de 1918 se casó con Mae Josephine Coughlin, una mujer irlandesa, con la que tuvo un hijo ese año.
Donde Al Capone ejerció verdaderamente su liderazgo fue en Chicago a donde se trasladó desde su Brooklyn natal en 1919. Allí trabajó con Torrio, que, al retirarse, le confió la dirección de la organización de la banda, dedicada a la explotación de la prostitución, el juego ilegal y el tráfico de alcohol. Fue a partir de entonces cuando inició una serie de guerras y guerrillas para eliminar a todos sus opositores y hacer desaparecer las bandas rivales. Tras conseguir este propósito, siguió enriqueciéndose gracias al tráfico ilegal de bebidas alcohólicas ocasionado por la Ley Seca y a través de su vasta red clandestina de salas de juego. Se calcula que en 1927 su fortuna ascendía a cien millones de dólares. Creó el "Sindicato del Crimen" y se convirtió en el rey absoluto del hampa en Chicago. Y el caso es que, a pesar de que su poder no alcanzaba mucho más allá de esa ciudad, su nombre generaba temor y respeto en los bajos fondos de todo el país. Hacia finales de los años 20, ya estaba en la lista de los más buscados del FBI.
Conocido es que Al Capone nunca pudo ser acusado por sus negocios ilegales y que fue la evasión de impuestos por ingresos de juego el cargo que le pudo ser probado. Juzgado en 1931, el 17 de octubre fue declarado culpable y sentenciado a 11 años de prisión.
Su final fue lamentable. En la cárcel de Alcatraz en la que fue internado para evitar que siguiera dirigiendo sus negocios desde la prisión, al principio fue respetado y considerado por los reclusos pero pronto comenzó a mostrar signos de demencia (se dice que por una sífilis sin tratar que contrajo de joven en una relación con una prostituta), por lo que pasó gran parte de su vida carcelaria en el hospital. Finalmente fue liberado el 16 de noviembre de 1936.
Arruinado, físicamente débil y con la mente deteriorada, se retiró a una propiedad que tenía en Florida. Allí, el 21 de enero de 1947, sufrió un derrame cerebral y murió cuatro días después.
