APARECE EN EL MERCADO EL SEAT 600 (27 JUNIO 1957)

            Pocas noticias tan populares y cercanas como ésta de la aparición en el mercado del “SEAT 600”, el “seíllas”, o el “seítas”. Un día como hoy, 27 de junio, en 1957, salió el primer ejemplar de la factoría de Barcelona. Su número de bastidor, según cuentan las crónicas de la época, era el 100-106-400.001 y estaba matriculado en Madrid.

            Tras importarse algunas unidades del modelo italiano “Fiat 600”, apareció, con licencia de esa marca, el coche español. Las primeras 2.586 unidades se vendieron por 65.000 pesetas (73.500, según impuestos y tasas),  que equivaldrían en el valor de hoy a unos 24.000 euros, y del que se fabricaron diversos modelos: Normal, D, E, L Especial y algunos más singulares como el comercial o el descapotable. El éxito del coche fue tal que los plazos de entrega de vehículos llegaron a prolongarse hasta cuatro años y, uno más tarde, la producción llegó a multiplicarse por seis.

            Tras ese éxito asombroso que duró más de quince años, a principios de los setenta ya la comercialización fue disminuyendo paulatinamente debido, entre otras razones, a la creciente competencia de modelos de otras marcas que resultaban más atractivos al consumidor y a los que, por el aumento de la capacidad adquisitiva, ya podía aspirarse.  
            Independientemente de ello, algunos comentaristas aducen el motivo de que su estructura empezaba a tener problemas de adaptación a las nuevas necesidades del parque automovilístico, como, por ejemplo, la incapacidad del “pilar b” para la instalación de los cinturones de seguridad que pronto se hicieron obligatorios en España.
            En todo caso es justo reconocer que el “SEAT 600” murió, podría decirse, de muerte natural. Había cumplido su tarea de promover un salto cualitativo en la vida de los españoles y ya nada tenía que hacer, salvo la utilización museística y romántica. Nuevas necesidades y mayores demandas exigían productos de más nivel tecnológico. 
           
            El 3 de agosto de 1973 finalizó su producción. Los trabajadores de SEAT despidieron el último 600 con una pancarta que decía: «Naciste príncipe y mueres rey».  Hasta esa fecha se llegaron a fabricar 797.419 unidades. Se calcula que hoy aún quedan unas 10.000 unidades en circulación.

            Fue la clase media española la protagonista de este vehículo. Su presencia generó cambios sociales y económicos de cierta importancia. El 600 contribuyó al progreso y la evolución de esa clase social, a la que permitió usos y costumbres verdaderamente transformadoras de las estructuras comerciales, turísticas, etc.
            Sin duda el “SEAT 600” es una parte esencial de la historia social y económica de España.