Manuel José García Caparrós era un trabajador malagueño de la fábrica de Cerveza “Victoria” y militante de Comisiones Obreras. Murió por un disparo efectuado por la
Policía Armada durante la manifestación del 4 de diciembre de 1977 en pro de la
autonomía andaluza.
Ese día cerca de dos millones de
andaluces salieron a la calle con esa exigencia. Quinientos mil manifestantes
en Sevilla, alrededor de ciento cincuenta mil en Málaga, cien mil en Granada,
ochenta mil en Huelva y en Córdoba, setenta mil en Cádiz, sesenta mil en Jaén,
diez mil en Almería y más de un cuarto de millón en Barcelona, emigrantes de la
novena provincia. Todos ellos, con banderas blancas y verdes.
En
Málaga el ambiente se había caldeado en exceso, entre otros motivos, por la
negativa del presidente de la Diputación que, además de negarles apoyo
económico a los organizadores, dos días antes decide que la bandera de
Andalucía no ondee esa jornada en el balcón central de la institución y que
sólo lo haga la nacional.
Una
crónica narra lo siguiente: “Sobre la Diputación caen
naranjas y piedras, un joven con una tremenda osadía y con el apoyo y el
aplauso entusiasta de todos escala la desnuda fachada del edificio con una
bandera andaluza. Alcanza el balcón central e intenta colocarla junto a la
nacional. En ese momento, sin que nadie acierte a comprender cómo y de dónde,
aparecen en la Plaza de la Marina policías y vehículos de la Fuerzas de Orden Público
por todas partes. Muchos salen del interior de la Diputación, donde llevaban
horas apostados; el resto, de calles adyacentes, en las que permanecían
ocultos. Sin ningún tipo de aviso, disparan a discreción cientos de botes de
humo y pelotas de goma. A partir de ahí, estampida, histeria, gritos, carreras,
caídas, golpes... Miles de personas de todas las edades corren despavoridas Sobre las dos y diez, un número
indeterminado de policías hacen uso de sus armas reglamentarias en la calle
Comandante Benítez, junto al diario Sur.
Allí cae muerto José Manuel García Caparrós y resulta herido de bala Manuel
Jiménez Ruiz. La noticia de que hay un joven muerto corre como la pólvora. El
pánico se apodera aún más de la masa. La gente sólo piensa en cómo salir de allí
y volver a sus casas. La actuación policial no cesa en el centro de la ciudad y
sus alrededores y grupos de manifestantes repelen como pueden la brutal e
inexplicable agresión”. La muerte de Manuel José nunca se aclaró del todo.
Las
restantes manifestaciones se desarrollaron sin incidentes.
El pleno del Ayuntamiento de Málaga
del 16 de noviembre de 1995 aprobó darle su nombre a una calle en su memoria.
La Diputación Provincial de Málaga le nombró Hijo predilecto de la provincia a
título póstumo el 20 de abril de 2009. Ha quedado como un símbolo para
Andalucía.