La
conocida y discutida historia del rey que en el Reino Unido renunció por amor
se formalizó esa fecha, día en el que quien hasta ese momento era Eduardo VIII pasó a ser duque
de Windsor.
Nacido el 23 de junio de 1894 y
fallecido el 28 de mayo de 1972, fue rey del Reino Unido y los dominios de la
Mancomunidad Británica y emperador de la India, desde la muerte de su padre,
Jorge V, el 20 de enero de 1936, hasta su abdicación el 11 de diciembre del
mismo año.
A sólo unos meses de iniciar su
reinado, Eduardo causó una crisis constitucional cuando le propuso matrimonio a
una mujer estadounidense dos veces divorciada, Wallis Simpson. Ante la
imposibilidad de conseguir su propósito, Eduardo decidió abdicar. Le sucedió su
hermano menor, Alberto, que eligió usar el nombre de Jorge VI. Solo reinó 325
días.
El
16 de noviembre de 1936, Eduardo invitó al Primer Ministro, Stanley Baldwin, al
palacio de Buckingham para expresarle su deseo de casarse cuando finalizara el
divorcio que en ese momento tenía solicitado su novia. Baldwin le recordó que
el matrimonio en esas condiciones, al ser el Gobernador Supremo de la Iglesia
de Inglaterra –desde la separación de Roma, que decidió
Enrique VIII-, chocaba con los principios religiosos, por lo que no podía ser
aceptado. Eduardo propuso la solución alternativa de un matrimonio morganático
pero esta fórmula también fue rechazada por el gobierno británico. Pasó a ser duque
de Windsor.
Tras
su renuncia, fue destinado durante la Segunda Guerra Mundial con la Misión
militar británica a Francia, pero, después de acusaciones privadas de que
mantenía simpatías pronazis, (había recorrido ya antes, en 1937, la Alemania
nazi) fue enviado a las Bahamas como gobernador. Después de la guerra, nunca se
le dio otro cargo oficial y pasó el resto de su vida en el retiro, viviendo en
Francia.
La
personalidad de ambos cónyuges fue, y aún lo es, muy discutida. Eduardo, antes
de iniciar esa relación, ya había cometido algunos errores políticos impropios
de la posición de neutralidad obligada de la realeza y hasta hay quien dice que
el desarrollo de su inteligencia se detuvo en plena juventud. Además, mujeriego
compulsivo, tuvo muchos romances con mujeres casadas, lo que preocupó, y mucho,
a su padre y al gobierno. La pareja quedó excluida de toda vida social inglesa
y de Wallis se emitieron juicios de valor muy duros.
(El matrimonio morganático es la unión realizada
entre dos personas de rango social desigual en el que se diferencian los
títulos de cada uno de los esposos y los hijos no heredan el trono si se trata
de un rey. De origen muy antiguo, la historia está llena de ejemplos de esta
situación cuando, generalmente, el amor se impone al deber o al derecho de
gobernar. Es conocido como «matrimonio de la mano izquierda» porque el rito
tradicional de ese tipo de ceremonia exige que el novio sostenga la mano
derecha de la novia con la suya izquierda cuando lo normal es hacerlo al
revés).