Nacido de
familia muy humilde en Ribera del Fresno, provincia de Badajoz, el poeta,
político y jurista Juan Meléndez Valdés murió en Francia el 24 de mayo de 1817.
Su personalidad, de carácter apagado y débil, y de una exquisita sensibilidad, se
volvió definitivamente melancólica siendo aún joven tras el fallecimiento de su
padre.
A Juan Meléndez Valdés se le
considera el más importante poeta español del siglo XVIII. (Francisco de Goya
pintó su retrato).
Estudió
Leyes en Salamanca y ejerció de fiscal y juez en diversos destinos. En la
ocupación francesa, se pone al servicio de José I, siendo consejero de Estado y
presidente de la Junta de Instrucción Pública, colaboración que le crea
problemas, tras la Guerra de la Independencia, y le lleva a emigrar a Francia.
En el país vecino su salud se deteriora, se ve aquejado de fuertes depresiones
y fallece en Montpellier. Sus restos volvieron más tarde a Madrid.
Meléndez
Valdés gozó en su época de una extraordinaria fama popular. Melchor de
Jovellanos y José Cadalso le introdujeron en la cultura francesa y se relacionó
con los más significativos intelectuales que defendían la necesidad de
modernizar la ciencia, el saber y la sociedad española. En su obra se proyecta su espíritu progresista de hombre ilustrado.
Entre
sus obras merecen destacarse “Batilo",
una égloga en alabanza de la vida del campo (cuyo título utilizó en algún
momento como seudónimo) y "Las
bodas de Camacho el rico", teatro, con la que ganó un premio que se
convocó por el nacimiento de un hijo del rey. También se pueden citar: "A Llaguno" (1794), "Sobre el fanatismo"
(1795), "Alarma española"
(1808), "Prólogo de Nimes"
(1815) De los problemas con la censura da fe el hecho de que su obra "Discursos Forenses" tuvo que
circular en manuscritos y solo pudo ser publicada en el Trienio Liberal, la
época tras la que Fernando VII había jurado la Constitución.
Pero
su verdadera categoría literaria se mostró en su poesía. Extensa y muy variada
tanto en temas como en tipos de versos, está agrupada en cuatro tomos con este mismo título.
Con una diversidad impresionante y magnífica incluye odas filosóficas y religiosas dominadas por un tono meditativo e inspiradas
en los clásicos; reflexiones morales hacia el compromiso político y social; pastoriles y de carácter naturalista; y otras llenas de la gracia picaresca. Esta
diversidad le llevó al autor a diferenciar dos tipos de literatura, las serias y las festivas,
pero los estudiosos de su obra valoran de la misma manera unas y otras.
(El poeta popularizó un tipo de
poesía que por la época gozaba de interés llamada anacreóntica,
una composición lírica en
verso de arte menor que canta a los placeres de la vida, el vino y el amor y
cuyo creador fue el poeta griego Anacreonte, siglo VI a.e., por lo cual
recibe esta denominación).